En rueda de prensa, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, señaló: «Hay una declaración en el marco de la Cumbre, no dentro de la Cumbre porque hubo posiciones diferentes entre algunos países».
Todos las delegaciones presentes, excepto Argentina, apoyaron un documento que incluye acuerdos en materia de equidad de género, acciones para luchar contra el cambio climático, impulsar la Agenda 2030, y condenar el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, entre otros asuntos.
El texto que recibió el visto bueno de 18 de las 19 naciones asistentes condena la aplicación de medidas coercitivas unilaterales violatorias del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas que obstaculicen la capacidad de los Estados para hacer frente a sus necesidades y prioridades.
La declaración también exhorta a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba y rechaza la inclusión de ese país en la lista unilateral de Estados patrocinadores del terrorismo.
La ministra ecuatoriana de Relaciones Exteriores añadió que hubo otra veintena de documentos adoptados durante la Cumbre.
Este viernes en la sesión final Ecuador entregó a España la presidencia pro témpore de la Secretaría Iberoamericana.
La declaración adoptada por una amplia mayoría marca la agenda para seguir avanzando en la articulación de respuestas a las demandas de nuestras sociedades ante los nuevos retos como la triple transición digital, ecológica y social, mencionó el rey de España, Felipe VI.
Sobre la Cumbre, que el país ibérico desde ahora programa para 2026, el monarca manifestó que será de gran simbolismo porque será la trigésima y, a su vez, será la cuarta vez que tiene lugar en territorio español.
Esta XXIX Cumbre fue la de menor asistencia de mandatarios en la historia de estos foros.
Si bien hubo 19 delegaciones presentes, de Latinoamérica solamente estuvo presente el presidente anfitrión, Daniel Noboa, un hecho que para analistas es un fracaso diplomático de su administración.
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