Después de caer ante las selecciones de República Dominicana y Surcorea, los dirigidos por Armando Johnson están obligados a derrotar a sus rivales para mantener sus remotas aspiraciones de conseguir uno de los dos cupos disponibles en el grupo para acceder a la llamada superronda, donde se repartirán las medallas.
La actuación de los antillanos ha estado por debajo de las expectativas en sus primeras salidas, sobre todo por una pobre ofensiva que no ha producido con corredores en las almohadillas y la apertura fallida de su astro monticular Liván Moinelo, a quien los asiáticos le fabricaron seis anotaciones en apenas dos entradas de trabajo.
Por su parte los australianos, que fueron derrotados en la jornada inaugural por los samuráis japoneses, vigentes campeones del torneo, salieron airosos este viernes ante los quisqueyanos con pizarra final de 5-0.
En ese desafío su receptor Robbie Perkins sacudió un vuelacercas con cuatro carreras remolcadas y entre seis serpentineros dejaron en solo un imparable a sus contrarios.
La dirección del equipo Cuba, obligada a realizar cambios en su alienación regular, anunció al zurdo Darío Sarduy para escalar la lomita de los suspiros, un joven próximo a cumplir 19 años con escaso palmarés internacional que se desempeña en el sistema de granjas de los Halcones de SoftBank en la Tierra del Sol Naciente.
En este grupo B Japón derrotó hoy 6-3 a Surcorea y comparte la cima con los anfitriones de China Taipéi, ambos con dos triunfos sin reveses
Les siguen en el ordenamiento Australia (1-1), República Dominicana y Surcorea (1-2) y Cuba (0-2).
La víspera Venezuela (4-1) y Estados Unidos (3-2) consiguieron los dos boletos que se repartían en la llave A para acceder a la ronda final, a disputarse en Japón del 20 al 24 de este mes.
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