En declaraciones separadas, el movimiento político y militar libanés notificó bajas en las filas israelíes al atacar a varias reuniones de fuerzas del ejército enemigo en los alrededores de la aldea de Maroun al-Ras.
Hizbulah anunció el lanzamiento de misiles de alta precisión hacia la base israelí de Tirat Carmel, al sur de Haifa.
En dos ocasiones, la Resistencia bombardeó una concentración de efectivos enemigos en las afueras orientales del poblado sureño de Markaba.
También, informó del disparo de cohetes hacia el asentamiento de Dishon y los ataques a concentraciones de soldados en las zonas de Sa’sa y Misgav Am, así como en el cuartel Yiftah.
Minutos después de la medianoche, Hizbulah lanzó una salva de cohetes hacia la base militar de Shraga, sede administrativa del comando de la Brigada Golani en el norte de Akka.
De acuerdo con el periódico hebreo Ma’ariv, los recientes incidentes contra la Unidad Eguz y el 51 Batallón de la Brigada Golani llevaron a una reevaluación de las tácticas militares, centrándose en mejorar las capacidades de combate utilizando fuerzas aéreas, vehículos blindados y artillería.
La publicación indicó que enviar soldados a edificios o zonas con vegetación densa se considera operacionalmente ilógico después de los golpes propinados por los combatientes de Hizbulah.
Para el corresponsal militar Yoav Limor, las afirmaciones de victoria en Israel son exageradas, ya que Hamas continúa su guerra de guerrillas y Hizbulah no ha sido derrotado.
Según comentó para el diario Israel Hayom, el reciente incidente en Líbano, donde murieron seis soldados de Golani, pone de relieve la dura realidad y la discrepancia entre las declaraciones oficiales y los acontecimientos reales sobre el terreno.
La batalla en curso causó muchas bajas y graves daños a la vida civil y a la estabilidad económica en el norte de Israel y la guerra prolongada aumentó las cargas financieras y psicológicas, apuntó Limor.
mem/yma