El secretario del DPWH, Manuel Bonoan, indicó que los equipos están ahora bajo alerta azul (alerta media), lo que significa que están listos para la gestión de desastres a gran escala, con todos los recursos activados y disponibles para el despliegue.
Detalló que los equipos en la Región Administrativa de la Cordillera y el Valle de Cagayán están bajo la alerta roja (la más alta), ya que allí continúan las operaciones de limpieza tras el paso de los ciclones tropicales Toraji y Usagi.
La Oficina de Mantenimiento del DPWH informó que al mediodía, tres carreteras nacionales seguían intransitables debido a deslizamientos de tierra y un acceso a un puente dañado causado por las recientes perturbaciones meteorológicas.
Mientras tanto, en el Valle de Cagayán ya se tomaron las medidas para restablecer la conectividad entre las regiones de Gonzaga y Santa Ana, después de que el puente San José, el único que une las dos ciudades, fuera arrasado por las inundaciones provocadas por Usagi.
Según la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas, el tifón Man-yi es un ciclón tropical muy peligroso ya que se mueve muy rápido, a 30 kilómetros por hora, con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora cerca del centro y ráfagas de hasta 160 kilómetros por hora.
La institución dijo que Man-yi, el sexto ciclón tropical que afectará Filipinas en las últimas tres semanas, podría alcanzar la categoría de súper tifón antes de tocar tierra por la región de Catanduanes el sábado por la noche o la madrugada del domingo.
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