Gracias a la formación científica y humanista que recibieron en la isla, cada uno desde distintos lugares está trabajando y haciendo camino, en su mayoría en el sector público, declaró la integrante de la organización Elizabeth Molina.
Recordó que en estos 25 años los padres también han mantenido el vínculo y participado en campañas de solidaridad con Cuba, como en la recogida de jeringas para la vacunación contra la Covid-19.
“A nosotros también nos cambió la vida”, dijo Molina, quien tiene dos hijos graduados en La Habana.
El encuentro, celebrado este fin de semana en el centro histórico de Santiago, contó con la presencia de la primera secretaria de la embajada de Cuba en Chile, Rosario Rodríguez.
La funcionaria señaló la importancia de mantener la asociación y la labor que realizan para continuar la solidaridad con la isla, que enfrenta difíciles momentos por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos y el reciente paso de dos huracanes por el oriente y el occidente del país.
En un mensaje enviado al encuentro, la embajadora de Cuba en Chile, Mercedes Vicente, destacó el pensamiento político y la visión del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, de crear la ELAM para formar médicos con elevada calidad científica y amplios valores humanos y éticos.
A los egresados chilenos, a sus padres por sembrar en ellos los valores que los hicieron abrazar la noble causa de velar por la salud de los seres humanos, agradecemos por todos estos años que hemos recorrido juntos con la premisa de que un mundo mejor es posible, señaló la diplomática.
Melinka Lamata, madre de uno de los graduados, destacó que la obra de Fidel es para no olvidarla jamás.
“Yo le agradezco que haya roto el círculo de la pobreza”, dijo, y recordó que ella era obrera y gracias a que su hijo se graduó en Cuba pudo ayudar a sus hermanos a estudiar y hoy tres son universitarios.
Patricia Recabarren leyó una carta enviada al encuentro por los padres de Pablo Andrés Soto, un joven estudiante que murió en un accidente en el 2000.
En nombre de la familia y amigos de Pablo Andrés, agradecemos a la ELAM por haber sido un espacio de crecimiento y formación para él y por haberlo acogido con tanto cariño, expresa el texto.
La misiva destaca la labor de la ELAM en la formación de profesionales comprometidos con la sociedad y con los que más los necesitan.
Desde su fundación, hace un cuarto de siglo, la ELAM ha graduado a 31 mil 180 médicos de 122 países de América, África, Asia, Oceanía y Europa.
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