De acuerdo con una nota de prensa de Naciones Unidas, ambos representantes coincidieron en la urgencia de aplicar medidas decisivas para hacer frente al cambio climático como el compromiso global para la reducción de las emisiones y mantener la promesa de los 1,5 grados.
Guterres y Lula analizaron además la importancia de fortalecer el multilateralismo, reformar la arquitectura financiera internacional y abordar los desafíos mundiales más urgentes.
En ese sentido, el jefe de la ONU reconoció las importantes contribuciones del Brasil a la agenda mundial.
El máximo responsable del organismo viajó el viernes a la nación sudamericana con un llamado a reforzar el apoyo de G20 a la inclusión social y la lucha contra el hambre y la pobreza.
De acuerdo con la agenda anunciada, el veterano diplomático reclamará al bloque más liderazgo en la reforma de las instituciones de gobernanza mundial, el desarrollo sostenible y las transiciones energéticas.
En septiembre pasado, Guterres urgió a una acción decisiva frente al cambio climático de los miembros del G20, a quienes pidió la descarbonización completa de sus sistemas de generación para 2035.
“Para 2030, la producción y el consumo mundial de todos los combustibles fósiles deben disminuir al menos en un 30 por ciento, y la capacidad mundial de energías renovables debe triplicarse”, remarcó.
A juicio del titular, resulta vergonzoso que en un mundo de abundancia, alrededor de una de cada diez personas pase regularmente un día entero o más sin comer, lo que se conoce como inseguridad alimentaria grave.
En ese encuentro, el grupo adoptó formalmente un Llamado a la acción sobre la reforma de la gobernanza global, una propuesta que busca comprometer a esas naciones con el fortalecimiento del sistema multilateral y la transformación y modernización de las principales organizaciones internacionales.
El G20 está integrado oficialmente por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, la República de Corea, México, Arabia Saudita, Sudáfrica, Rusia, Türkiye, Reino Unido y los Estados Unidos.
Junto a esos estados, dos grupos regionales forman parte de la alianza: la Unión Africana y la Unión Europea.
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