La Unicef, en alianza con el Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, que promueven esta iniciativa, invitaron a personas con discapacidad, niños, adolescentes y a las familias en su conjunto a participar en la carrera Maracuba por la Diversidad y la Paz.
Se trató de una actividad inclusiva que celebró los 35 años de la Convención sobre los Derechos del Niño y los 16 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Con el lema «Pensar en azul», la edición de este año puso un especial énfasis en la inclusión de niños y adolescentes con trastorno del espectro autista.
Para facilitar la participación de personas con distintas capacidades, el evento contó con circuitos adaptados y actividades recreativas, además de los recorridos tradicionales.
De acuerdo con sus promotores, esta iniciativa refuerza el derecho universal de la niñez a un entorno seguro, diverso y protector, donde pueda desarrollar su potencial en un ambiente inclusivo y equitativo.
El proyecto «Inclusión social de niños, niñas, adolescentes y jóvenes con trastorno del espectro autista mediante el deporte» cuenta con el apoyo financiero del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (UN DESA), que respalda la implementación de actividades orientadas a mejorar las condiciones de vida de niños y adolescentes en situación de discapacidad.
Durante la carrera, la Unicef distribuyó materiales educativos, tales como libros, trípticos y juegos didácticos, diseñados para que las familias comprendan cómo prepararse para desastres naturales y cómo apoyar emocionalmente a los menores en tales situaciones, al tener en cuenta los recientes eventos que afectaron a Cuba, como los huracanes Rafael y Oscar, y los sismos en el oriente del país.
Estos recursos buscan sensibilizar sobre la importancia de la inclusión y fomentar la participación de las personas con discapacidad en actividades de preparación y prevención.
En declaraciones a Prensa Latina, la directora del Proyecto, Yanaisis Martínez, madre de un joven autista, destacó que la práctica deportiva mejora la calidad de vida de estas personas, por lo que durante la actividad sabatina buscó concientizar a las familias sobre estas oportunidades.
Por su parte, Aimée Betancourt, de la oficina de la Unicef en Cuba, destacó que ya existe experiencia con este proyecto por medio del trabajo mancomunado con el Ministerio de Educación y el Inder.
«Trabajamos con docentes, entrenadores para formarnos en temas de inclusión y, además, con las familias para darle una mejor orientación de cómo convivir con los niños con discapacidad», detalló.
La multicampeona paralímpica de atletismo, Omara Durán, dijo a Prensa Latina que participó en este evento deportivo en apoyo a este proyecto.
«Para mí el deporte es una de las mejores maneras para que las personas con discapacidad se incluyan en la sociedad y esto es una muestra de ello”, enfatizó.
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