El rotativo destacó que esta mañana fue asesinado un joven en el poblado de Deir Hana, ayer otras cuatro personas de esa comunidad y el viernes tres más.
Mientras tanto, el comisario de la Policía Danny Levy afirmó que los datos de criminalidad muestran resultados excelentes en comparación con años anteriores, criticó el rotativo.
“A un mes y medio del final del año, es difícil señalar una mejora significativa en los logros de la policía”, afirmó la publicación.
La violencia tampoco perdona a mujeres y niños, desde enero perdieron la vida por este flagelo 19 féminas y ocho menores, subrayó.
Como ejemplo citó un ataque ocurrido ayer con granadas en la región de Sharon, que causó heridas a dos niños de cuatro y cinco años.
Yedioth Ahronoth consideró muy preocupante la creciente violencia contra los menores y entornos educativos.
Hace apenas 10 días se produjeron disparos contra un autobús que transportaba niños de la educación especial, el conductor resultó gravemente herido, así como dos de ellos, indicó.
Citó como otro ejemplo el asesinato mediante un artefacto explosivo adosado a su automóvil de Ziad Abu Mouch, director de una escuela secundaria.
Al menos 244 árabes fueron asesinados en 2023 en Israel, una cantidad que duplicó lo reportado en 2022, denunció la organización no gubernamental Iniciativas Abraham, un grupo establecido en 1989 para promover la integración y la igualdad de esa comunidad en esta nación levantina.
El análisis de los datos muestra que hay un aumento en los casos de asesinato en todo el país, y la razón principal es un crecimiento de la actividad de las organizaciones criminales, señaló recientemente.
El crimen tiene muchas consecuencias, no solo por el número de muertos y heridos, sino también porque constituye una barrera al desarrollo económico y perjudica el funcionamiento del gobierno local, alertó.
Muchos líderes comunitarios culpan a la policía por ignorar y hasta tolerar a poderosas organizaciones criminales.
Por su parte, el gobierno de Benjamin Netanyahu achaca el crecimiento de los delitos al floreciente crimen organizado y a la proliferación de armas en las calles.
“El aumento de la delincuencia en la comunidad árabe representa un fracaso rotundo de los gobiernos israelíes”, admitió el Contralor del Estado, Matanyahu Engleman, durante una conferencia en septiembre del pasado año.
Los descendientes de los palestinos que no fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado judío, en 1948, denuncian desde entonces que son tratados como ciudadanos de segunda.
Una encuesta realizada en marzo de 2022 reveló que el 94 por ciento de los árabes que viven en Israel sufrieron en alguna ocasión el racismo y la discriminación de la mayoría judía.
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