Entre músicos y críticos, a quienes consultaron para hacer realidad este sueño, se encuentran alumnos y profesores de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), encargados de poner al alcance del gran público esta suerte de subproyecto de la mano del fundador Luis Llamo.
Conocido como El Embajador del Son, esta es otra de las empresas surgidas para unir a los soneros del mundo y contribuir al desarrollo local y foráneo desde la salvaguarda del son cubano.
El videojuego La Ruta del Son puede ser una buena forma de acercar las tecnologías y sus experiencias interactivas a la cultura en general, manifestó el director del Centro de Tecnologías Interactivas de la UCI, Omar Correa.
No siempre las tecnologías, el baile y la cultura logran acercarse de la mejor manera, respondió Correa a Prensa Latina; sin embargo, este videojuego puede ser un gran ejemplo de cómo llevar ambos elementos al mismo tiempo, añadió.
Con la iniciativa queremos especialmente concatenar todo ese amplio dispositivo interactivo con los valores culturales del son que nos identifica, explicó el también doctor en Ciencias.
En estos momentos la idea incorpora dos juegos: el primero es La isla del Son, con un recorrido por todo el país, conectando a las nuevas generaciones con la historia del género y sus principales figuras, declaró Correa.
Agregó que el videojuego en su primera fase posee los ritmos, sección de preguntas y respuestas (clásico en temas históricos) y la identificación de instrumentos musicales por regiones como parte de un trabajo desarrollado desde hace mucho tiempo.
En este viaje musical bailable de Oriente a Occidente, el jugador aprende sobre música y cultura cubanas, y se conecta enseguida con ellas, apuntó.
Correa explicó que el caso del baile es un proceso más complejo llevarlo a videojuego; pero, en estos momentos se empeñan en él para terminarlo.
Tenemos un juego llamado Baile Cubano, el cual lo intentamos con maneras técnicas muy difíciles, porque los pasos bailables de Cuba son complejos, especificó.
Recientemente intercambiamos con un experto y nos dijo que «el baile nuestro es redondo, cuando bailamos lo hacemos 360 (grados)», y si hay algo difícil desde el punto de vista técnico es capturar el movimiento desde ese ángulo, explicó.
Por eso, estamos en la fase de llegar a captar esa rotación y más adelante hacer un minivideojuego con parejas, concluyó el experto de la UCI.
Mientras, la rueda de casino enamora a bailadores del mundo y de todas las edades, como el Megaencuentro de ayer, en el cual participaron 660 casineros de La Habana y de otros países vía online, entre ellos, España, Italia, Suecia y México, como regalo a la capital cubana en su 505 cumpleaños.
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