Fue en debate obligatorio por la ley y regido por la Corte Electoral, en el que hubo dardos entre los rivales, pero también se constataron coincidencias en el abordaje de los cinco ejes temáticos pactados: desarrollo humano, seguridad, economía, conocimiento y trabajo.
Orsi criticó lo que definió como estancamiento y promesas incumplidas del actual gobierno del que su rival se dice continuador.
El frenteamplista prometió un cambio seguro, “que no será radical”, en un país más justo y seguro, “con un Estado que nos cuide más”.
Delgado centró sus turnos de la palabra en defender la obra de la administración del presidente Luis Lacalle Pou y en atacar a su contendiente y al Frente.
El candidato oficialista insistió en que en la elección del próximo domingo estarán en juego dos modelos de país, aunque en temas como el de la seguridad ambos aspirantes coincidieron en medidas para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, con Orsi enfatizando también en la lucha frente a la corrupción y el lavado de dinero.
Delgado insistió en que los uruguayos deben tomar en cuenta “la experiencia, el currículo y la confianza” en referencia a los cinco años en los que se desempeñó, “junto al presidente Lacalle Pou”, como secretario de la Presidencia.
Al respecto Orsi recordó que gobernó durante dos mandatos consecutivos (casi 10 años) como intendente del departamento de Canelones, uno de los más poblados del país.
Un tema que marcó diferencias fue el de la seguridad social. En un gobierno frenteamplista los uruguayos podrán jubilarse a los 60 años, las jubilaciones mínimas crecerán y se revisará el régimen previsional mediante un diálogo social que incluya a jubilados, sindicatos y empresarios, prometió Yamandú.
La presentación en cadena de radio y televisión resultó escenario de exposiciones, en el que los candidatos se ajustaron a las reglas establecidas sin mayores estridencias.
Delgado lució más confrontativo, pero Orsi resultó más propositivo y pareció que aprovechó mejor el tiempo y la ocasión para llegar al electorado, en particular a los indecisos, que alguna encuesta cifra en ocho por ciento del electorado.
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