El portavoz de la Cancillería Lin Jian dijo que este tipo de pacto tampoco debería comprometer la paz y estabilidad regional.
El vocero subrayó que cualquier acuerdo de defensa o cooperación militar debe regirse por principios de respeto mutuo y no interferencia en asuntos de terceros.
«No importa qué tipo de acuerdo militar se firme o qué tipo de cooperación en seguridad se lleve a cabo, no debe dirigirse contra terceros ni dañar sus intereses. Tampoco debe socavar la paz en la región ni aumentar las tensiones», enfatizó.
Por otro lado, Lin Jian destacó que la mejor manera de garantizar la seguridad nacional y la estabilidad regional es mantener relaciones de buena vecindad y adoptar una postura de independencia estratégica.
Las relaciones entre China y Filipinas se han deteriorado notablemente desde la llegada al poder en aquella nación de un presidente partidario de la alianza con Estados Unidos.
De hecho, el Departamento de Estado del país norteamericano amenazó con recurrir al Tratado de Defensa Mutua que tiene Washington con Manila para respaldar las acciones de este último en el mar Meridional.
En una nueva escalada de tensiones, la Asamblea Popular Nacional de China y la Cancillería condenaron la reciente promulgación por Filipinas de la Ley de Áreas Marítimas, la cual incluye zonas que Beijing considera suyas.
El organismo legislativo calificó en una declaración esta acción como una violación a la soberanía territorial y los derechos marítimos del gigante asiático en el Mar Meridional.
Para el Parlamento chino esta ley también es una tentativa de validar la sentencia del tribunal de arbitraje de 2016, fallo que Beijing rechaza categóricamente.
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