A diferencia de la vuelta inicial, en esta ocasión el sufragio será en una sola jornada debido a que en cada división administrativa sólo disputarán el cargo dos candidatos.
Desde este lunes los aspirantes se emplearán a fondo para asegurar el sufragio de sus simpatizantes y conquistar a los indecisos, que podrían inclinar la balanza en varios lugares.
Una de las disputas más fuertes ocurre en la Región Metropolitana de Santiago, donde el actual gobernador, Claudio Orrego, busca la reelección ante su rival, Francisco Orrego.
Si bien ambos candidatos comparten el mismo apellido, sus posiciones políticas son diametralmente opuestas.
El primero de ellos se declara independiente, pero muy cercano a la coalición de partidos en el gobierno, mientras el segundo es apoyado directamente por el pacto de derecha Chile Vamos y el extremista Partido Republicano.
Otra batalla singular se da en Coquimbo entre el aspirante por el Partido Comunista de Chile, Andrés Vegas, y el conservador Cristóbal Juliá.
En Valparaíso Rodrigo Mundaca busca afianzar el favor de la coalición de centro-izquierda Contigo Chile Mejor, pero María José Hoffmann, de la Unión Demócrata Independiente, trabaja por aliarse con el excandidato republicano, Francesco Venezian.
Similares enfrentamientos hay en Arica, Parinacota, Atacama, O’Higgins, El Maule y Biobío.
En Antofagasta los dos contendientes, Ricardo Díaz y Marcela Henando, son muy cercanos al gobierno, y lo contrario ocurre en Los Lagos porque gane quien gane, la gobernación quedará en manos de la derecha.
Algo inusual pasa en La Araucanía, donde el repechaje será entre un candidato totalmente independiente, René Saffirio, quien no recibe apoyo de ningún partido o coalición, y es favorito ante Luciano Rivas, de Chile Vamos.
Los resultados de la votación deben conocerse muy rápido el 24 de noviembre y permitirán hacer un balance general de cómo les fue a las diferentes fuerzas políticas en estas elecciones, consideradas una aproximación a las legislativas y presidenciales del año próximo.
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