En declaraciones a la agencia oficial de noticias palestina Wafa, el vocero de Oxfam, Hadeel Qazzaz, denunció que el gobierno de Benjamín Netanyahu emplea esa herramienta desde el inicio de la actual fase de violencia, hace más de 13 meses.
Alertó que esa política viola el derecho internacional humanitario, que exige al país ocupante satisfacer todas las necesidades necesarias de la población ocupada.
Calificó la situación en la Franja de Gaza como horrible y catastrófica debido a la agresión.
El activista aseguró que desde el inicio de la guerra la entrada de productos de primera necesidad al enclave costero es insuficiente.
La situación en el norte del territorio es más grave porque desde principios de octubre no ingresa nada, en especial en las ciudades de Beit Lahia, Jabalia y Beit Hanoun, alertó.
Al respecto, advirtió sobre la grave escasez de gas para cocinar, ropa de invierno, mantas, tiendas de campaña, combustibles y productos alimenticios.
El aumento exorbitante de los precios de las hortalizas cultivadas localmente, ante la gran demanda, provocó que la mayoría de las familias no puedan adquirir esos alimentos, subrayó.
Qazzaz aseguró que los ciudadanos de la Franja están muriendo de hambre y sufren, además, por la falta de medicinas y materiales básicos.
Wafa recordó que 48 horas después del inicio de las hostilidades, el entonces ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, anunció un bloqueo total contra Gaza, que incluía la prohibición de importar alimentos, agua y combustible.
La imposición por parte de Israel de una política de matanza y hambre es una violación flagrante de todas las normas, confirmó el profesor de derecho internacional Basil Mansour.
Las autoridades de ese país deben rendir cuentas por cometer un crimen contra la humanidad, apuntó.
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