«Durante estos días hemos logrado algunos avances, pero todavía no son suficientes para resolver la situación. Tenemos la intención de continuar estas pláticas. Algunos de los diputados presentes decidieron organizar un diálogo directo entre las autoridades y la oposición», manifestó el legislador.
Previamente los diputados del Parlamento nacional abjasio se reunieron a puerta cerrada. En ese encuentro participaron unos 20 de los 35 parlamentarios.
Los enfrentamientos entre las autoridades y la oposición en Abjasia comenzaron a raíz de un acuerdo de inversión con Rusia, suscrito en Moscú a finales de octubre pasado, que prevé la construcción de apartamentos en el territorio abjasio.
Los opositores creen que su implementación conduciría a un aumento de los precios de la vivienda, así como crearía riesgos para las pequeñas y medianas empresas locales.
A su vez, los defensores del documento afirman que el pacto permitiría a la república, que no tiene recursos para reanimar por su cuenta los sectores claves de la economía, atraer finanzas del extranjero.
El pasado 15 de noviembre, en medio de protestas, varios manifestantes que se oponen a la ratificación del acuerdo tomaron el edificio de la Administración presidencial y el del Parlamento en Sujumi. Los activistas también exigieron la dimisión del presidente de la república, Aslán Bzhania.
Por su parte, Bzhania declaró que presentará una dimisión una vez que los opositores salgan del Parlamento y se mostró dispuesto a postularse a la reelección, detallando que si dimite del cargo ahora, el vicepresidente, Badra Gunba, encabezará el país hasta las elecciones anticipadas. Sin embargo, la oposición rechazó la propuesta.
Rusia, a su vez, expresó la preocupación por los acontecimientos en Abjasia, así como la esperanza de que la situación se resuelva por medios pacíficos y políticos.
Abjasia y Osetia del Sur, antiguos territorios georgianos, proclamaron su secesión de Tiflis poco antes de la desintegración de la Unión Soviética en 1991.
El 8 de agosto de 2008, Georgia invadió Osetia del Sur y atacó con artillería pesada la capital Tsjinvali, entonces bajo la protección de las fuerzas de paz rusas, y otros poblados, pero tras cinco días de hostilidades, las tropas enviadas por Rusia expulsaron a los militares georgianos de la república.
A finales de agosto del mismo año, Moscú reconoció la independencia de ambas antiguas autonomías georgianas.
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