El uso de misiles de largo alcance por parte de Kiev significará la participación directa de Estados Unidos y sus satélites en las hostilidades contra Rusia, así como un cambio radical en la esencia y la naturaleza del conflicto, advirtió la alta funcionaria diplomática en su cuenta de Telegram.
Al respecto, Zajárova señaló que «aún no se sabe si estas declaraciones se basan en fuentes oficiales». «Una cosa está clara: en el contexto de las derrotas de Kiev, sus patrones occidentales están apostando por la máxima escalada de la guerra híbrida desatada contra Rusia, tratando de infligir una derrota estratégica a Moscú.
Sin embargo, ningún arma milagrosa por la que rezan Vladimir Zelenski y sus secuaces es capaz de influir en el rumbo de la operación militar especial, enfatizó la portavoz.
En este contexto, la representante de la Cancillería recordó las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, cuando «hizo hincapié en que Ucrania por sí sola no tiene la capacidad de llevar a cabo tales ataques sin el uso de satélites ni la introducción de misiones de vuelo por parte de los países occidentales».
El 17 de noviembre, fuentes del diario The New York Times aseguraron que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había dado luz verde a Ucrania para que utilizara misiles balísticos tácticos Atacms para atacar el interior del territorio ruso.
A su vez, interlocutores del periódico Le Figaro afirmaron que Francia y Reino Unido habían autorizado la realización de golpes con misiles tácticos Scalp y Storm Shadow. Washington, París y Londres no han confirmado oficialmente estas informaciones.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, recordó que la postura de Moscú sobre los ataques con misiles estadounidenses en el interior del territorio ruso fue formulada de manera clara y sin ambigüedades por Putin en septiembre.
Destacó que la decisión significaba una «ronda cualitativamente nueva» en las tensiones.
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