Durante los últimos días, según varios medios de análisis de tendencias tecnológicas, la plataforma creció hasta casi los 20 millones de usuarios, una cifra que demuestra el interés real que hay por encontrar una alternativa factible a X.
Los reportes sobre el aumento de usuarios en esta red señalan que el mayor auge estuvo impulsado por la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la fuerte influencia de Elon Musk y su red social en estos procesos.
A menos de 24 horas del anuncio en X de la victoria del magnate, la red social digital atrajo 46.5 millones de visitas, lo que supone un aumento del 38 por ciento respecto a un día normal de los últimos meses, sin embargo, mientras los días avanzaron más de 115 mil usuarios desactivaron sus cuentas, la cifra más alta desde que Elon Musk comprara la plataforma.
Las similitudes entre X y Bluesky son notables como los post de 256 caracteres, que también pueden contener imágenes y videos, compartir y responder a las publicaciones de otros usuarios; pero la principal diferencia reside en la naturaleza abierta y libre de Bluesky frente a Twitter, redireccionado por el magnate dueño también de Tesla.
Según el investigador de medios sociales Axel Bruns en una entrevista en The Guardian la app, fundada en 2019 por el cocreador de Twitter, Jack Dorsey, Bluesky ofrece una alternativa a X con un sistema más eficaz para combatir las cuentas problemáticas y supervisar el comportamiento ofensivo.
Ello se traduce en que es una red social de microblogging descentralizada basada en un protocolo abierto llamado ‘Authenticated Transfer Protocol’ (AT Protocol), mediante el cual los usuarios y desarrolladores cuentan con mayor número de más opciones para personalizar o gestionar la red, así como elegir algoritmos que determinan el tipo de publicaciones que aparecen en su pantalla.
De acuerdo con la propia descripción de la app, “fue diseñada para no estar controlada por una sola empresa”; no tiene publicidad y no tiene intención de incluirla en un futuro.
Por otro lado, los usuarios de Bluesky, que la tildan como “una versión mejorada de Twitter” pueden bloquearse entre sí, mientras que uno de los cambios de X permite a un usuario ver las publicaciones de alguien que le ha bloqueado.
Además, tiene un feed principal cronológico, en el que no hay algoritmos, simplemente ves los mensajes de las personas a las que sigues de una manera cronológica y sin desordenar.
La app ha creado hilos y herramientas para seguir a otros usuarios de forma más dinámica y desde su diseño, casi recrea la experiencia de las primeras redes sociales, “ofreciendo un ambiente más amable y colaborativo”, han señalado los analistas.
Recientemente, Bluesky aclaró cuál es su postura sobre la Inteligencia Artificial (IA) generativa y aseguró que no entrena sus modelos con los datos de los usuarios ni tiene «intención de hacerlo» de cara al futuro.
También ha indicado que utiliza esta tecnología «para ayudar en la moderación de contenido», de manera que con ella puede clasificar las publicaciones y proteger a los moderadores de contenido de aquel que pueda ser dañino.
Bluesky también usa la IA en el ‘feed’ algorítmico de Discover (‘Descubrir’), para mostar las publicaciones que considera interesantes para el usuario, lo que también señala en las Condiciones de su servicio, donde también apunta que utiliza estos datos para desarrollar y mejorar sus ofertas actuales y futuras.
Los creadores de la plataforma de ‘microblogging’ explicaron su línea con la IA luego de la entrada en vigor de cambios relacionados con ella y que afectan a la privacidad de los usuarios en la que se considera su principal competidora, X.
Servicios de terceros de X anunciaron desde el 15 de noviembre, que pueden utilizar «en algunos casos» la información de los usuarios » para sus propios fines independientes», como puede ser el entrenamiento de sus modelos de IA.
Bluesky comenzó como un proyecto dentro de Twitter, en el que se estaba experimentando precisamente con un protocolo para hacer la red social descentralizada, pero cuando Elon Musk compró Twitter, los creadores de la mariposa azul decidieron seguir su propio camino.
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