El mandatario abordó el tema al intervenir en el segmento dedicado al Desarrollo Sostenible y la Transición Energética, como parte de la Cumbre de Líderes del G20, que concluye este martes en Río de Janeiro, Brasil.
Lourenço consideró este respaldo indispensable para que dichas naciones puedan enfrentar la desertificación, la degradación del suelo, la sequía y otros fenómenos críticos que afectan la implementación exitosa de los programas de adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
Refirió que su país es un ejemplo de ello, pues hace un gran esfuerzo para observar las decisiones y recomendaciones más importantes en materia de preservación del medio ambiente, pero carece de suficientes recursos financieros, medios tecnológicos y recursos humanos adecuadamente preparados.
Remarcó la intención de continuar trabajando con los socios internacionales de reconocida fortaleza financiera, tecnológica y científica para que se comprometan más en la lucha contra el cambio climático, otorgando subvenciones adicionales, además de las ayudas públicas vinculadas al crecimiento y el progreso económicos.
“Sólo realizando este esfuerzo de manera compartida podremos hacer frente al grave problema de la degradación ambiental, que ya está dejando, de manera muy evidente, señales preocupantes sobre sus efectos devastadores”, subrayó el mandatario.
Lourenço significó que el desarrollo sostenible debe abordarse desde una perspectiva que no se limite sólo a la cuestión ambiental, desvinculada de otros factores como la deuda externa, que debilita la capacidad de actuar de estas naciones y debería ser tratada por los acreedores con un profundo sentido de solidaridad y justicia.
Comentó que Angola trabaja para modificar su matriz de producción eléctrica, evolucionando hacia fuentes limpias, y destacó que actualmente el 64 por ciento de la energía producida en el país es generada por esas fuentes.
Refirió que igualmente se prepara una estrategia sobre electromovilidad, la exploración responsable de hidrocarburos y la descarbonización del sector petrolero.
“Queremos ampliar el alcance de nuestra contribución para asegurar la transición energética en el sur de África, poniendo a disposición de los países de la región nuestro excedente de producción de energía limpia, para lo cual invitamos al sector privado a construir, en asociaciones público-privadas, líneas de transmisión de electricidad a los países de la región del África Austral”, agregó.
El presidente angoleño igualmente aludió a la necesidad de un enfoque equilibrado y realista en la adopción de leyes con efecto supranacional que limitan la industria extractiva, en particular la producción petrolera, por sus posibles efectos en los países más necesitados, donde podría empeorar la situación de pobreza.
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