Además del caso de las vacunas, Cid cooperó con la indagación sobre el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023 que habría sido elaborado en los altos escalones del Gobierno de Bolsonaro (2019-2022).
También está implicado en el esquema de venta de joyas y regalos entregados a su jefe por autoridades extranjeras.
El abogado del alto oficial, Cezar Bittencourt, dijo a la estatal Agencia Brasil, que no hay «ninguna preocupación» de la defensa de que el acuerdo de delación de Cid se reevalúe.
Según Bittencourt, es común que la nueva información surja durante la averiguación y la fuerza del orden público vuelva a buscar a las personas que están siendo investigadas.
Pero si la PF concluye que Cid no cumplió con las obligaciones del acuerdo, el exconsejero podría ser objeto de una solicitud de rescisión de la colaboración.
La medida no anularía la delación, pero si los beneficios, entre ellos el derecho a permanecer en libertad.
Cid fue arrestado el 3 de mayo de 2023, en el marco de la llamada Operación Venire, que investiga la inserción de datos falsos de vacunación contra la Covid-19 en los sistemas del Ministerio de Salud.
Estuvo encerrado en un batallón de la Policía del Ejército, en Brasilia, hasta el 9 de septiembre, cuando firmó la colaboración premiada con la PF y fue liberado por decisión del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal.
Las investigaciones indicaron que Bolsonaro y miembros de su Gobierno, incluyendo ministros y militares, formularon un proyecto de ley, con la participación del político ultraderechista, que preveía una serie de medidas contra el Poder Judicial, entre ellas el arresto de ministros de la Corte Suprema.
Tal grupo también promovió reuniones para impulsar la divulgación de fake news (noticias falsas) contra el sistema electoral brasileño.
En marzo, el teniente coronel fue arrestado nuevamente por incumplimiento de las medidas cautelares impuestas y obstrucción a la justicia.
Hubo una filtración de audio en ese momento en que el exayudante de órdenes critica la actuación del relator de los casos (De Moraes).
Afirmó sin pruebas que fue presionado por la PF para delatar episodios de los que no tenía conocimiento o «lo que no sucedió».
Nuevamente en mayo, Cid salió de la cárcel, en libertad provisional concedida por De Moraes, quien decidió mantener la validez del acuerdo de delación tras la confirmación de las informaciones por el militar, durante la audiencia en la cual fue detenido.
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