El más reciente reporte de esa entidad confirmó que 27 de las 31 misiones previstas durante este mes a la porción norte fueron rechazadas, al igual que todas las solicitudes para brindar asistencia en Beit Hanoun, Beit Lahiya y partes de Jabalya.
“Para ser claros: todos los intentos de la ONU de ayudar a la población de las zonas asediadas del norte de Gaza han sido denegados o impedidos”, dijo este martes a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general del organismo, António Guterres.
Como resultado, agregó, las panaderías y cocinas en la provincia de Gaza del Norte han cerrado, se ha suspendido el apoyo nutricional y se ha bloqueado por completo el abastecimiento de agua y de instalaciones sanitarias.
Los constantes obstáculos a la ayuda encienden aún más las alarmas por el riesgo de hambruna luego de que los expertos pidieran “medidas inmediatas en cuestión de días, no de semanas” para evitar su propagación.
Las advertencias coinciden con los debates dentro del Consejo de Seguridad de la ONU por la agudización del conflicto, los obstáculos para asistir a la población y el riesgo de una conflagración regional todavía mayor.
“Como hemos dicho en repetidas ocasiones, la solución reside en abrir más puntos de entrada a Gaza y permitir el uso de más rutas internas”, agregó al respecto Dujarric.
Ambas medidas requieren la intervención de las autoridades israelíes, insistió.
El miércoles, el Consejo retomará los debates abiertos sobre la situación palestina por tercera jornada consecutiva a la espera de la votación para una resolución que reclama por primera ocasión el cese al fuego definitivo.
El proyecto, introducido por Guyana en representación de los diez miembros no permanentes del órgano, exige además una retirada militar israelí completa de Gaza, permitiendo la repoblación de todas las zonas de la Franja.
Tras más de 400 días de conflicto, el principal órgano para la paz del planeta apenas dio luz verde a cuatro resoluciones sobre el tema, con poco o ningún efecto. rc/ebr
