Desde sus posturas, los mandatarios coincidieron en la complejidad del escenario imperante en diversas partes del mundo, en su carácter impredecible y en las amenazas que representa para la paz y la estabilidad en el planeta.
Según las delegaciones de París y Beijing asistentes al foro del G20 en Río de Janeiro, Xi expuso en el comienzo del encuentro preocupaciones por los cambios y los desafíos constatados en los últimos meses, inquietudes que Macron aseguró compartir.
Respecto a la guerra entre Ucrania y Rusia, que cumple hoy mil días, el presidente francés se pronunció por una paz duradera respetuosa de la Carta de la ONU y acusó a Moscú de asumir una posición belicosa, propósito que el Kremlin rechaza al denunciar la responsabilidad de la OTAN en el conflicto y su escalada.
Los jefes de Estado también defendieron el cese de las hostilidades en la palestina Franja de Gaza y el Sur del Líbano, territorios sometidos a bombardeos indiscriminados de Israel.
Macron manifestó a Xi su visión de la independencia estratégica de Francia en su diálogo con China, país que constituye el principal blanco de la hostilidad del presidente electo estadounidense, Donald Trump, quien llegará a la Casa Blanca en enero.
Asimismo, el líder francés evocó una visita a China en los próximos meses, sin mencionar más detalles.
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