La nota oficial difundida por los Guardacostas senegaleses carece de precisiones sobre la nacionalidad de los frustrados viajeros, pero es posible suponer que sean súbditos de países al sur del Sahara que huyen de conflictos y el hambre y en busca de un futuro mejor para ellos y los suyos.
El aspecto más tenebroso de estas travesías, por lo general hacia las islas Canarias, España, es que son controladas por organizaciones criminales y, peor aún, que muchos de los intentos terminan con los viajeros pasto de los tiburones o sepultados con las aguas del mar Mediterráneo como sudario.
En un reciente informe de la Organización Internacional de las Migraciones cifra en “por lo menos 680” el número de migrantes indocumentados muertos en el intento este año.
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