El número de heridos en ese mismo lapso ascendió a 39, mientras se lograron limpiar de dichos artefactos cinco mil 256 hectáreas, el 70 por ciento de la cifra objetivo.
Los detalles fueron dados a conocer en la octava sesión de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional (Parlamento), en la cual el primer ministro laosiano, Sonexay Siphandone, aseguró que el gobierno trabaja arduamente para eliminar los explosivos sin estallar (UXO, por sus siglas en inglés) de las tierras agrícolas y zonas residenciales.
Según la Autoridad Reguladora Nacional para el Sector de Acción contra Minas UXO, el Ejecutivo tiene como propósito limpiar las municiones sin explotar de 100 mil hectáreas para 2030 y examinar 250 mil hectáreas en busca de municiones de guerra enterradas.
Las minas UXO contaminan muchas áreas del país y constituyen un obstáculo para el desarrollo, impidiendo el uso de la tierra para la agricultura, la industria, el turismo y la construcción de carreteras.
Laos, recordó el diario Vientiane Times al dar a conocer la información, es el país más bombardeado del mundo per cápita.
Durante la llamada segunda guerra de Indochina, de 1964 a 1973, los aviones estadounidenses lanzaron sobre esta pequeña nación más de dos millones de toneladas de municiones, incluidas más de 270 millones de bombas de racimo, de las cuales unos 80 millones permanecen activas y esparcidas bajo tierra por todo el país.
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