En los últimos días, miles de personas han tenido que abandonar nuevamente sus hogares y, por supuesto, buscar refugio, detalló la enviada de forma virtual a la prensa reunida en la sede de la ONU en Nueva York.

El actual contexto ejerce mucha presión sobre las capacidades ya muy tensas en términos de brindar protección, pero también alimentos, refugio y, por supuesto, agua a las personas desplazadas, advirtió.

La coordinadora humanitaria calificó las operaciones sobre el terreno como extremadamente intensas mientras la población más lo necesita.

Sin embargo, agregó, el equipo de Naciones Unidas en el país ha proporcionado miles de comidas al día, así como atención médica, atención psicosocial y agua potable.

En medio del avance de las pandillas en Puerto Príncipe, un helicóptero humanitario quedó en tierra después de que cuatro aviones comerciales fueran alcanzados por disparos de las pandillas.

La aeronave, ya reincorporada a los servicios, se utiliza ahora «para reubicar a gran parte de nuestro personal internacional en los departamentos para que podamos continuar el importante trabajo no solo en asistencia humanitaria, sino también en el trabajo de desarrollo que estamos continuando en todo el país», agregó.

De acuerdo con las agencias humanitarias sobre el terreno, más de 17 mil haitianos buscaron refugio en 15 sitios de desplazados en las recientes semanas mientras las cadenas de suministro críticas colapsan en Puerto Príncipe.

Al menos 20 mil personas abandonaron sus hogares en la capital haitiana tras el nuevo repunte de violencia que amenaza al país caribeño.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, el acceso al puerto principal permanece restringido y las carreteras controladas por pandillas, por lo que los suministros esenciales no pueden llegar a la población vulnerable.

Por su parte, Oficina de Derechos Humanos de la ONU contabiliza al menos cuatro mil muertes solamente en 2024 a causa de la violencia relacionada con las pandillas.

Esa inestabilidad provoca además índices alarmantes de violencia de género, incluida la violencia sexual utilizada como arma de terror mientras que las mujeres y los niños soportan una carga desproporcionada de la crisis.

Según esa entidad, el 94 por ciento de las haitianas desplazadas corren un mayor riesgo de sufrir violencia.

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