En el período también se registraron una treintena de intentos de feminicidio y otras cinco asesinadas “en otros contextos”.
La primera cifra supone un importante aumento respecto al mismo periodo del año anterior, cuando al menos 15 mujeres fueron víctimas fatales de violencia de género y hubo 25 intentos de feminicidio.
Según UMAR, dos de los 20 agresores eran mayores de 65 años; 11 tenían entre los 51 y 64 años; tres entre los 36 y 50; y tres eran menores de 35.
La mayoría de las víctimas tenía más de 36 años y catorce tenían hijos, seis de ellas con menores de edad bajo su custodia.
Este estudio del Observatorio de las Mujeres Asesinadas de UMAR es uno de los más completos sobre violencia de género que se realizan en Portugal.
Los datos se basan en la información recabada de publicaciones en la prensa local, por lo que no se incluyen los casos sin repercusión mediática.
Según UMAR las estadísticas muestran que la aplicación efectiva de la legislación, así como de medidas de protección y prevención a las víctimas ‘están todavía lejos’ de ser completamente eficaces aquí.
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