De acuerdo con el estudio a cargo de la representación de ese organismo de Naciones Unidas en el istmo, liderado por Sandie Blanchet, en conmemoración del 35 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño y Día Mundial de la Infancia, esos grupos requieren inversión focalizada e intervenciones diseñadas específicamente para garantizar su inclusión y asegurar su bienestar. La investigación basada en los datos del XII Censo de Población y VII de vivienda, de 2023, precisa que los originarios viven en condiciones significativamente peores que el promedio nacional.
En ese sentido, Unicef recomienda reforzar la implementación de programas y políticas con enfoque intercultural y programas para asegurar que los menores de esa población excluidos del sistema educativo regresen a las aulas.
De acuerdo con los datos demográficos, en Panamá el 30 por ciento de la población actual (cuatro millones siete mil 507 personas) son menores de 18 años (un millón 224 mil 137).
Y menciona indicadores con acceso restringido como la seguridad, agua potable, energía eléctrica y educación, entre otros.
También refleja que unas 14 mil 364 mujeres adolescentes, entre los 10 y 19 años, son madres, a pesar de ser un país que penaliza las relaciones sexuales con menores de edad
Las tasas de embarazo adolescente han ido descendiendo con el tiempo. Pero, por supuesto, un embarazo o madre adolescente tiene consecuencias a largo plazo, según Unicef.
Al respecto, alerta sobre el impacto el embarazo en la vida de niñas y mujeres, ya que pone en riesgo su salud y limita sus oportunidades educativas y económicas, perpetuando ciclos de pobreza y desigualdad.
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