A propósito de celebrarse en la céntrica Plaza Bolívar de esta capital el octavo aniversario de la firma del acuerdo entre el Gobierno y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo, Londoño afirmó que ese pacto es un proyecto de país que requiere el compromiso de todos para hacerlo efectivo.
En su alocución, celebró la extensión del mandato de la Misión de Verificación de Naciones Unidas y también la prolongación de la implementación del acuerdo hasta el año 2038, en correspondencia con las nuevas realidades y la necesidad de mayor efectividad.
“Expresamos nuestra satisfacción con el plan de choque anunciado ante el Consejo de Seguridad de ONU por el actual Gobierno y por los esfuerzos planteados para materializar la reforma rural integral y llevar a los territorios abandonados el desarrollo económico y social y el plan integral de reincorporación adoptados”, refirió.
Por otra parte, alertó sobre las condiciones de seguridad de los firmantes y las comunidades colindantes a los espacios de reinserción a las que calificó de graves.
“Son 438 los firmantes asesinados, decenas de ellos están desaparecidos, centenares viven bajo amenazas, se cuentan por miles los desplazados”, enfatizó.
Argumentó que no se explica que aun haya un elevado número de firmantes en las cárceles y no se concibe la inoperancia de todas las ramas del poder para obtener la repatriación y libertad del exguerrillero Simón Trinidad, arbitrariamente extraditado a Estados Unidos.
“Si no se implementa el acuerdo no habrá oportunidad para acordar otros. A la comunidad internacional [le pedimos] que no deje de apoyarnos para la implementación completa del acuerdo y a los colombianos que no dejen de pensar, de soñar y de trabajar por la paz. Es la puerta para el país que queremos”, remarcó Londoño.
Al acto conmemorativo asistieron, entre otros, el presidente de la nación Gustavo Petro y la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de Naciones Unidas, Rosemary A. DiCarlo.
En su intervención, la representante de la ONU consideró que el Acuerdo representó un hito en la historia de Colombia y despertó la esperanza, tanto en el país como en el resto del mundo, en la posibilidad de la paz.
“En Colombia están escribiendo una historia diferente, una sobre la paz y la inclusión, una paz amplia y duradera que, aunque no se ha logrado, aún sigue estando a su alcance”.
También reconoció las iniciativas de diálogos puestas en marcha por el actual gobierno y refrendó el compromiso de la ONU de acompañar los procesos desarrollados en defensa de una convivencia pacífica.
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