La normativa, considerada una propuesta pionera en el mundo, tiene amplias probabilidades de convertirse en ley, pues se basa en la salud y la seguridad de las personas, con prioridad para la generación más joven.
Al decir de la funcionaria, la seguridad en línea deviene uno de los mayores retos para los padres, por la cantidad de contenidos sin filtrar y los perjuicios que pudieran ocasionar, de acuerdo a numerosos estudios.
Casi dos tercios de los australianos de 14 a 17 años han visto contenido extremadamente dañino en línea, incluyendo abuso de drogas, suicidio o autolesiones, así como material violento. Una cuarta parte ha estado expuesta a contenido que promueve hábitos alimenticios inseguros, alegó Rowland. TikTok, Facebook, Snapchat, Reddit, X e Instagram aparecen entre las plataformas que enfrentarían multas de hasta 50 millones de dólares australianos, equivalentes a 33 millones de dólares estadounidenses, por fallas sistemáticas, si se detecta a niños pequeños con cuentas en estas redes sociales.
Hace dos meses, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, defendió la elaboración de la propuesta que persigue mitigar problemas de salud mental en los niños y adolescentes causados por su interacción en las plataformas electrónicas.
Entre algunos de los problemas investigados, aseguró que a menudo ocurren estafas, coacciones, amenazas y otras acciones perjudiciales.
Albanese calificó de primordial la seguridad y la salud mental y física de los jóvenes.
Un estudio reciente expuesto por el gobierno del estado de Australia del Sur compiló una serie de criterios de expertos médicos sobre problemas frecuentes enfrentados por adolescentes que pasan una media de 3,3 horas al día en las redes sociales.
Entre las contrariedades detalladas en el diario Sydney Morning Herald se citan el acoso, diferentes tipos de agresiones, problemas de autoestima y sexualización.
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