La iniciativa, establecida en el Acuerdo de Paz de Pretoria, firmado en 2022 entre el gobierno etíope y el Frente de Liberación Popular tigriño para finalizar el conflicto, exige la entrega de las armas, incluidas las pesadas y medianas, como parte de su entrada en el proceso de reinserción social, recordó Fana Broadcastig Corporate.
El proceso de diálogo acogido por Sudáfrica duró 10 días entre las partes con la mediación de la Unión Africana.
En la primera fase, iniciada este jueves, los excombatientes del Centro de Formación y Rehabilitación de Mekelle entregaron los armamentos individuales y grupales a las Fuerzas Nacionales de Defensa de Etiopía (ENDF), lo que significa un compromiso con el proceso de desarme y reintegración.
Participaron en la entrega, el comisionado adjunto de la Comisión Nacional de Rehabilitación y representante de las ENDF, general de brigada Derbie Mekuria, junto con funcionarios militares, representantes de la administración provisional de Tigray, socios de la Unión Africana, la Unión Europea, las Naciones Unidas y otras partes interesadas.
El programa prevé que los exintegrantes del grupo armado completen su formación y se reintegren a sus comunidades con el apoyo financiero y material necesario para llevar una vida civil estable. Esto incluye el acceso a programas de medios de vida y servicios sociales.
Por su parte, el comisionado nacional de Rehabilitación, Temesgen Tilahun, señaló que los centros de Mekelle, Edagahamus y Adwa albergarán colectivamente a 75 mil personas durante los próximos cuatro meses.
Tilahun precisó que en un periodo de dos años, la comisión prevé reintegrar a los 371 mil 971 excombatientes identificados en todo el país, garantizando su asentamiento permanente en la comunidad.
Anunció que el Gobierno trabaja con compromiso para lograr el desarme y la rehabilitación en varias regiones, con el apoyo necesario para devolver a la vida civil a esas personas.
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