«Ayer tuve excelentes reuniones con senadores», escribió Gaetz en una publicación en la red social X en la cual subrayó que apreciaba los comentarios «considerados y el increíble apoyo de tantos”.
Si bien el impulso fue fuerte -dijo-, está claro que mi confirmación se estaba convirtiendo injustamente en una distracción para el trabajo crítico de la transición Trump/Vance.
“No hay tiempo que perder en una pelea innecesariamente prolongada en Washington, por lo tanto, retiraré mi nombre de la consideración para servir como fiscal general. El Departamento de Justicia de Trump debe estar en su lugar y listo desde el primer día», enfatizó.
Gaetz estuvo bajo escrutinio desde el mismo momento de la polémica decisión de Trump en medio de acusaciones de mala conducta sexual, incluidas imputaciones de que llevó a la cama a menores, lo cual niega.
De acuerdo con fuentes consultadas por ABC News, en los últimos días quedó claro para el equipo de Trump que Gaetz no iba a tener suficientes votos para una confirmación del Senado. «No hay camino a 50» senadores, admitieron, en referencia a la cifra que necesitaba el político de Florida para su confirmación.
Esta semana le preguntaron a Trump si estaba reconsiderando el nombramiento de Gaetz y respondió que no.
Pero la reunión de Vance y el Comité Judicial “a lo cortico”, quizás dio algunas consideraciones para que esta de ahora fuera la salida “más elegante” a la fallida propuesta.
Literalmente Gaetz quedó como dice un viejo refrán: sin plumas (renunció al Congreso para ser fiscal general), y cacareando (porque se fue antes de que el Senado rechazara su confirmación).
Otro que igualmente está en el ojo del huracán es el presentador de la cadena Fox Pete Hegseth, nominado por Trump para el cargo de secretario de Defensa.
Hegseth fue acusado por una mujer en 2017 de haberla agredido sexualmente, según un detallado informe policial que sale a relucir ahora en el contexto de su eventual salto de una cadena de noticias a jefe del Pentágono.
Tanto Gaetz y Hegseth han tenido problemas con las faldas incluso hasta el mismo presidente electo fue declarado en enero culpable y condenado a pagar 83,3 millones de dólares a la columnista de una revista que lo demandó por asalto sexual.
La escritora y periodista E. Jean Carroll denunció por la vía civil a Trump, a quien acusó de violación por un ataque ocurrido en la década de 1990 en el interior de una tienda departamental de lujo de Nueva York.
lam/dfm
