La Presidencia criticó en un comunicado la decisión de Washington de impedir por cuarta vez desde el inicio del conflicto, en octubre de 2023, la aprobación de una iniciativa para alcanzar un alto el fuego. La Casa Blanca “alienta a la ocupación israelí a continuar con sus crímenes contra el pueblo palestino y el hermano pueblo libanés”, afirmó el texto.
Instamos al mundo, y en especial al Consejo de Seguridad, a asumir sus responsabilidades para detener la campaña bélica, la catástrofe humanitaria y la hambruna a la que están expuestos los habitantes del enclave, agregó.
Por su parte, Mustafa Barghouthi, secretario general del Movimiento de Iniciativa Nacional Palestina, resaltó que el veto confirma la complicidad de Estados Unidos “en el crimen de genocidio y limpieza étnica que Israel está cometiendo en la Franja”.
El hecho de que haya votado solo en contra de la resolución frente a todos los miembros del Consejo de Seguridad, incluidos sus aliados tradicionales, corrobora su aislamiento político, estimó.
También el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) denunció el respaldo de la potencia norteña a su principal aliado en Oriente Medio.
Washington demuestra que es un socio directo en la agresión contra nuestro pueblo y que es directamente responsable del genocidio y la limpieza étnica en ese territorio, subrayó.
La Yihad Islámica consideró que la administración del presidente Joe Biden dirige los crímenes israelíes y supervisa las masacres.
“Este veto representa un nuevo fracaso moral para ese país y revela el alcance de su total parcialidad hacia la entidad sionista”, coincidió el Frente Popular para la Liberación de Palestina.
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