En la cita toman parte las delegaciones de Europa occidental y América del Norte, con el principal tema del posicionamiento de la cultura como un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), independiente en la próxima Agenda post 2030 de Naciones Unidas.
El ministro de Cultura de España, Ernst Urtasun, señaló que no se puede dar un paso atrás en la defensa del sector para que tenga un peso específico reconocido en el marco global.
En los asuntos que se debaten aquí, en la sede del Instituto Cervantes, destacan los derechos culturales, el impacto de la tecnología, la educación, la economía o el cambio climático.
La Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult), se desarrollará en Barcelona el próximo año.
Alemania, Francia, Noruega, Andorra, Grecia, Islandia, Países Bajos, Austria, Irlanda, Portugal, Bélgica, Reino Unido, Canadá, Italia, San Marino, Dinamarca, Suecia, Luxemburgo, Suiza, Estados Unidos, Malta, Finlandia y Mónaco, participan en el encuentro.
Urtasun defendió que se trata de una apuesta por el futuro, “con el convencimiento de que ese futuro pasa por el valor de la cultura como motor de desarrollo sostenible y de un mundo más justo”.
Esta consulta es la primera de las cinco que se organizan en distintas zonas del mundo, impulsadas por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con cuyos resultados se redactará el informe mundial sobre el estado del dominio y será presentado en Mondiacult 2025.
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