Un amplio análisis de la publicación británica BBC Mundo aborda el asunto y la situación actual referente a la primera economía de Europa. Münchau es también director del medio especializado EuroIntelligence.
Señala BBC que Alemania atraviesa tiempos realmente convulsos. Sus indicadores económicos llevan años mostrando debilidad y amenazan su estatus de Milagro económico. Y con la fragilidad de la principal economía de la zona euro, los países de su entorno sufrirán también.
Tampoco es ya el Exportweltmeister, el campeón mundial de las exportaciones, como se conocía en los mercados internacionales.
En el momento de mayor apogeo de la hiperglobalización, llegó a ser el mayor exportador global. El gas ruso abastecía de combustible barato a sus industrias y China era un gran socio comercial (los carros, la empresas químicas y de ingeniería vivieron entonces momentos dulces).
Pero ese mundo en el que Alemania dominó ya no existe. Eventos como el Brexit, los aranceles del recién electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el conflicto de Ucrania o el ascenso de China, que de comprador pasó ahora a competidor, pasaron factura a su modelo industrial, indica el reporte.
No fueron las únicas causas. Tal vez el mayor de todos los shocks provino de la tecnología, cree Wolfgang Münchau.
La Alemania de hoy tiene una de las peores redes de telefonía móvil de Europa. El fax sigue reinando en el ejército y en los consultorios médicos, y hay muchos comercios que todavía sólo aceptan dinero en efectivo, comenta el autor.
Por poner un ejemplo de cómo el país se quedó atrás, al principio los directivos de la industria automovilística alemana, en su mayoría hombres, consideraban que los coches eléctricos eran juguetes para niñas.
Para Münchau, este declive lleva gestándose años. Las peores decisiones se tomaron durante el largo reinado de Angela Merkel, pues en la década de 2010 Alemania aumentó su dependencia del gas ruso, invirtió menos en fibra óptica e infraestructura digital e incrementó su dependencia de las exportaciones, comenta el experto.
Sin embargo, no se puede confiar en que Alemania, que está estancada, financie a la Unión Europea (UE) en la misma medida que lo hacía antes.
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