La cifra supera por uno al total registrado en 2023, calificado como un récord e hito sombrío, sobre todo por el número de víctimas en Gaza.
Desde el estallido del 7 de octubre, la ONU contabiliza más de 320 muertos entre su personal a causa de la ofensiva militar de Israel en el enclave.
“Los trabajadores humanitarios están siendo asesinados a un ritmo sin precedentes, con su coraje y humanidad siendo enfrentados con balas y bombas”, dijo al respecto Tom Fletcher, recientemente nombrado subsecretario general de la OCHA.
El funcionario de alto nivel instó a los estados miembros a cesar los conflictos para proteger, defender el derecho internacional, así como a procesar a los responsables y a hacer un plazo en esta “era de impunidad”.
Por su parte, el portavoz del secretario general de la ONU (António Guterres), Stéphane Dujarric, recordó que la mayoría de los humanitarios caídos en Gaza integraban la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (Unrwa), organismo bajo constante asedio israelí.
“Muchos fueron asesinados en el cumplimiento del deber mientras proporcionaban asistencia humanitaria, y como saben, la mayoría de las muertes han sido trabajadores de la Unrwa”, afirmó el vocero.
Además de la Franja de Gaza, las Naciones Unidas advirtieron altos niveles de violencia, secuestros, lesiones, acoso y detención arbitraria de trabajadores humanitarios en Afganistán, Sudán y Ucrania, entre otros países.
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