«Hoy en día, el país no tiene un centro de maternidad público. El único hospital de maternidad que existía era el de Chancerelles. Desde hace meses, este funciona, lamentó el doctor, Ronald Laroche, citado por el diario Le Nouvelliste.
No hay ningún lugar donde una mujer embarazada pueda dar a luz, y los pocos que existían están paralizados.
Estamos en una situación terrible, catastrófica, cuya gravedad no se mide en general, dijo el médico, quien lamentó la muerte de cuatro mujeres que necesitaban una cesárea pero no tuvieron acceso a ginecólogos, ni anestesistas porque estos debido a la violencia se les hizo imposible llegar para atenderlas.
La violencia en el país dio un giro dramático en el campo sanitario, pues la situación empeoró al punto que convirtieron todo en un desastre, tanto los hospitales públicos como privados, afirmó el doctor Laroche.
«En ausencia de un sistema de salud que funcione y ante la escalada de violencia, cada día se siguen perdiendo vidas humanas, de ahí que sea imperativo que las autoridades y la comunidad internacional tomen conciencia de esta agonía sanitaria y actúen rápidamente», concluyó Laroche.
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