Los samuráis, campeones de la pasada edición, barrieron a sus cinco rivales en la fase de grupos y acumulan ahora par de éxitos en la superronda para demostrar el favoritismo con el que llegaron a este evento, que acoge a los países mejor ranqueados del mundo.
Tres carreras en la misma primera entrada frente al abridor Carlos Pinto (apenas pudo sacar un out) marcaron los nipones para tomar una ventaja tempranera.
Un trío de indiscutibles, entre ellos un doble de Ryosuke Tatsumi y un sencillo de Shota Morishita que trajeron corredores a casa, hicieron sonar la caja registradora.
Los venezolanos, a fuerza de muñecas, borraron la diferencia, luego de un vuelacercas de Ángel Reyes en el segundo acto frente a Hiroto Saiki y otro de Carlos Pérez en el sexto ante un envío del relevista Haruto Inoue, ambos con un saco ocupado.
Inoue, a la postre ganador del partido, también concedió una base por bolas en ese episodio y soportó par de imparables, uno de ellos de Francisco Arcia que remolcó la quinta rayita de los latinoamericanos.
Cerrando el último tercio de juego los de la Tierra del Sol Naciente, primeros del ranking mundial, fabricaron un racimo demoledor de seis anotaciones para tomar nuevamente las riendas y sentenciar el encuentro.
Un bambinazo de Shogo Sakakura ante un envío de Liarvis Breto y otro de Shugo Maki con las almohadillas congestionadas frente a Pedro García, fueron suficientes para alcanzar el éxito.
Los discípulos de Omar López despidieron la jornada con una carrera, empujada por incogible del otro Carlos Pérez en la alineación, pero solo sirvió para maquillar el marcador.
Mañana sábado cerrarán las acciones en la superronda con los duelos Japón-China Taipéi y Venezuela-Estados Unidos para definir los pareos por las medallas.
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