Por iniciativa de la Central de Trabajadores de Cuba, estas acciones se dedican al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, a ocho años de su desaparición física (el 25 de noviembre de 2016).
Evocan también al guerrillero argentino cubano Ernesto Che Guevara, principal impulsor del trabajo voluntario como iniciativa para aportar a las tareas económicas y forjar conciencia solidaria y altruista en beneficio de la comunidad, la sociedad y el país.
La convocatoria es secundada por la Unión de Jóvenes Comunistas, que despliega en todo el país actividades relacionadas con la producción de alimentos y la recuperación tras el azote de Oscar y Rafael por el oriente y occidente de la isla, respectivamente.
Esta fuerza juvenil colabora con el rescate de organopónicos, el mantenimiento constructivo a centros de la salud, y la cosecha cafetalera, la zafra azucarera, las labores de saneamiento e higienización, entre otras tareas.
El 23 de noviembre de 1959 se efectuó la primera jornada de trabajo voluntario en El Caney de las Mercedes, municipio Bartolomé Masó, Santiago de Cuba (oriente), encabezada por el comandante Ernesto Che Guevara.
La idea surgió para construir una Ciudad Escolar para 20 mil niños, hijos de campesinos de la Sierra Maestra, que se convertiría, a decir del Che, en “un símbolo permanente de la alianza obrero-campesina donde se asienta nuestro poder revolucionario”.
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