En un artículo publicado en La Jornada, el director general de los Servicios Públicos de Salud IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch, precisó que el sistema se suma a estos esfuerzos y, mediante las coordinaciones federales, intensifica las medidas de prevención, control y tratamiento.
Señaló, entre otras iniciativas, la capacitación especializada al personal, jornadas de acción comunitaria para limpieza de áreas comunes y talleres permanentes de información en unidades médicas.
Svarch y el representante de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) aquí, José Moya, cuya firma también aparece en la publicación, refirieron que los enfermos provienen principalmente de estados como Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Guerrero y Morelos.
Los funcionarios aludieron a la situación en América, con más de 12 millones de casos sospechosos desde inicios de 2024, y la ubicación de México como cuarto país en la región con el mayor número de casos detrás de Brasil, Colombia y Argentina.
“En las pasadas dos décadas, los casos de dengue en América no han dejado de aumentar. Ejemplo de ello son los últimos registros de 2024 de la Organización Panamericana de la Salud, en los que las cifras, en constante crecimiento, ya han triplicado las del año anterior”, afirmaron.
De acuerdo con Svarch y Moya, “las altas temperaturas, las lluvias constantes y el hacinamiento en zonas periféricas, sin servicios de agua potable o recolección de basura, crean el escenario propicio para la reproducción y presencia del mosquito transmisor”.
Mencionaron los signos de alarma a tener en cuenta, entre estos, vómito, edema, dolor abdominal, irritabilidad, somnolencia y sangrado, e instaron a la población a buscar atención médica inmediata ante la aparición de alguno de ellos.
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