Tal declaración fue hecha pública por la jefatura de la oficina de Información del Ministerio de Defensa Nacional bajo el título “Es un deber constitucional de las fuerzas armadas de la RPDC adoptar las medidas de autodefensa para defender el ambiente de seguridad estatal».
El documento señala que tras el despliegue en las zonas marítimas cercanas a la Península Coreana de la flotilla de ataque del portaviones nuclear George Washington, Estados Unidos desarrolló del 13 al 15 últimos con Japón y la República de Corea los ejercicios militares conjuntos multiespaciales Freedom Edge.
Apunta, asimismo, que el día 18, el país del Norte envió a la base operacional de Pusan el submarino nuclear de clase Los Ángeles, Columbia, lo cual fomenta el clima de enfrentamiento nuclear.
Consigna además que un avión de reconocimiento estratégico RC-135S sobrevoló el pasado día 21 el Mar Este de Corea, “cometiendo sin tapujos espionaje aéreo sobre las profundidades estratégicas de la RPDC”.
Tras considerar que en medio de las agudas tensiones existe la posibilidad de un choque militar entre las fuerzas enemigas, el ministerio de Defensa de este país asiático demandó a la parte estadounidense y sus acólitos que detengan de inmediato sus acciones provocativas y hostiles.
Indicó que tal situación puede conllevar a un enfrentamiento armado en la península coreana y su entorno.
Ante esa situación, el ministerio de Defensa local aseguró, por último, que es un deber constitucional de las fuerzas armadas de la RPDC defender la seguridad del Estado y mantener la estabilidad estratégica de la región y el equilibrio de fuerzas.
Advirtió, en ese contexto, que el Ejército de Pyongyang vigila los movimientos de las fuerzas militares norteamericanas y sus aliados, y en caso necesario emprenderá acciones inmediatas en defensa de la soberanía nacional.
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