En un operativo conjunto entre el Ejército, la Policía Nacional y el SNAI, en la tarde y la noche del sábado cambiaron a internos de los centros penitenciarios de las provincias de Cotopaxi y Tungurahua, bajo “estrictas medidas de seguridad”.
Según el SNAI, la reubicación involucró a 665 hombres y 528 mujeres privadas de libertad, con el objetivo de especializar los centros penitenciarios en atención diferenciada por género.
Las autoridades explicaron que toda la población carcelaria masculina está agrupada en Latacunga, provincia de Cotopaxi, mientras que las mujeres fueron reubicadas en Ambato, Tungurahua.
El general Medardo Calero, comandante de la Primera División de Ejército Shyris a cargo del despliegue, señaló a medios locales que esta operación forma parte de un plan estratégico para reforzar la seguridad en las cárceles y evitar crisis internas.
No obstante, familiares de los prisioneros expresaron su preocupación por el destino de sus parientes y denunciaron que no fueron notificados previamente.
La Comisión Ecuménica de Derechos Humanos señaló que los traslados arbitrarios de personas privadas de libertad constituyen una violación grave de los derechos humanos y están condenados por diversas normativas internacionales.
Las cárceles de esta nación sudamericana han sido uno de los focos de la crisis de violencia en el país.
Más de 500 presos fueron asesinados entre 2021 y 2023, la mayoría en una serie de masacres por enfrentamientos entre bandas rivales del crimen organizado.
Desde enero de este año, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, militarizó los centros penitenciarios en respuesta a una serie de motines simultáneos en esas instituciones, aunque las matanzas persisten y este 12 de noviembre hubo 17 muertos en un motín.
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