La Constitución establece el voto obligatorio y sanciones a tomar por la Corte Electoral para quienes no puedan justificar la ausencia a las urnas, donde los electores deberán escoger entre dos papeletas.
Una del binomio Yamandú Orsi-Carolina Cosse, del opositor Frente Amplio (FA). La otra de Álvaro Delgado-Valeria Ripoll, del Partido Nacional y las fuerzas políticas que integran la denominada Coalición Republicana.
Orsi llega delante en los sondeos, aunque por una estrecha diferencia que varias de las firmas encuestadoras consideran dentro del margen de error de las muestras, por lo que no arriesgan y consignan “empate técnico”.
El frenteamplista promete un gobierno con mayor equidad en la distribución de la riqueza y el oficialista construir “un segundo piso” de transformaciones a la gestión de la actual administración que encabeza el presidente Luis Lacalle Pou.
Será la quinta vez que los uruguayos elijan al presidente de la República en balotaje desde que se aprobó la reforma constitucional en 1996.
Tal normativa estableció que si el último domingo de octubre ningún candidato superara el 50 por ciento de los votos emitidos (incluidos en blanco y anulados), los aspirantes más votados deberían competir en segunda vuelta el último domingo de noviembre.
Según la Unidad de Métodos y Acceso de Datos de la Universidad de la República, la historia de los balotajes en Uruguay confirma que hasta ahora siempre resultó electo el que llegaba como favorito en los sondeos.
Esta vez en favor de Yamandú Orsi hay que anotar que el Frente Amplio fue el más votado el 27 de octubre en 10 de los 19 departamentos, un hecho inédito. En esa jornada el FA consiguió además la mayoría en el Senado y una buena votación en la Cámara de Diputados.
Del lado de Delgado se esgrime que en primera vuelta la suma de los votos de los partidos de la coalición superó a la conseguida por la alianza de izquierda, un resultado que aspiran a repetir hoy.
Será una jornada en la que los colegios electorales abrirán sus puertas a las 08:00 horas y cerrarán a las 19:30 si no quedan electores en fila. En caso contrario, y puntual, se extiende una hora la votación.
Normalmente el primer parte del escrutinio primario, con tendencia resolutiva, se conoce entre hora y media y dos horas luego del cierre de los colegios.
Pero desde la Corte Electoral adelantaron que si la votación fuese muy pareja, habrá que esperar a contar las papeletas observadas, tal como ocurrió en 2019 en la segunda vuelta entre el hoy presidente Luis Lacalle Pou y el frenteamplista Daniel Martínez.
«Como los votos observados recién se escrutan en el escrutinio departamental y no en el primario que hacen las Comisiones Receptoras de Votos frente a los delegados cuando termina el horario de votación, es probable que haya dificultades para decir quién ganó», confirmó el ministro de la Corte, José Korzeniak.
Korzeniak explicó que el escrutinio departamental comienza el martes con los votos observados, “todo lo que faltó por resolver, las discrepancias entre las actas transmitidas y todos los recursos”, un proceso que podría alargarse.
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