La efeméride llega en medio de los esfuerzos extraordinarios del país por su recuperación tras el azote reciente de dos huracanes y varios sismos, que resaltan la cohesión, compromiso patrio y el valor de la solidaridad que imprimió Fidel Castro al proceso de transformaciones iniciado en 1959 bajo su liderazgo.
Tales empeños tienen lugar también en el contexto de la actualización del modelo económico cubano, en un escenario de recrudecimiento sin precedentes de la política de bloqueo y persecución financiera de Estados Unidos, y la guerra mediática impulsada desde ese país con el propósito de subvertir el proceso revolucionario en la isla.
De ahí que más allá de la imagen del barbudo en su uniforme verde olivo que convirtieron a Fidel Castro en símbolo de rebeldía cubana y universal, por estos días se vigorice en todo el país su legado a través de tareas productivas y conversatorios sobre su vida, obra y pensamiento, entre otras actividades.
Esta jornada, la escalinata de la Universidad de La Habana será sede del homenaje de la juventud al líder revolucionario, a través de una velada político cultural que celebrará la vigencia de su ejemplo en las luchas cotidianas del pueblo cubano.
Por su parte, la Central de Trabajadores de Cuba y la Unión de Jóvenes Comunistas dedicaron el pasado sábado a Fidel Castro una jornada nacional de trabajo voluntario, que rememoró los 65 años de la primera convocatoria a esa iniciativa dirigida a impulsar tareas productivas y fomentar conciencia laboral.
También periodistas, funcionarios, trabajadores y personas que tuvieron relación directa con el líder revolucionario contaron anécdotas a las nuevas generaciones sobre esos encuentros que marcaron sus vidas y les permitieron constatar las dimensiones reales y magnetismo de quien es considerado uno de los grandes protagonistas de la historia y la política del siglo XX.
En medio de las tensiones que marcan las relaciones internacionales en la actualidad, se reafirma por estos días además la posición de la Revolución cubana en defensa de las causas justas del mundo frente a las pretensiones de las grandes potencias de eternizar su hegemonismo, y la necesidad de la paz.
La víspera, el canciller Bruno Rodríguez recordó en la red social X la visión de Fidel Castro sobre ese tema con una frase del líder cubano:
«Somos enemigos de la guerra, y son los imperialistas los que les imponen a la humanidad las guerras. Y cuanto más fuerte se sientan, más peligrosos serán. Y por eso, cada pueblo que lucha por su soberanía y por su independencia, defiende la paz».
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