En una declaración inicial, la Resistencia libanesa confirmó el bombardeo con cohetes dirigido al emplazamiento de Shraga, sede administrativa del Comando de la Brigada Golani al norte de la ciudad de Acre.
Por separado, Hizbulah comunicó dos operaciones con una salva de misiles contra una concentración de fuerzas israelíes en el asentamiento de Meron, en la región de Alta Galilea.
En paralelo, los combatientes atacaron una reunión militar enemiga en la localidad fronteriza de Avivim, a menos de dos kilómetros de la aldea libanesa de Maroun al-Ras.
Como parte de la respuesta a la maniobra terrestre, la Resistencia golpeó con cohetes otro grupo de fuerzas del ejército israelí en el triángulo Deir Mimas – Kfar Kila, en el sur de la nación.
Durante la retirada de las fuerzas de Tel Aviv de la aldea de Al Biyada, tras sufrir importantes pérdidas el domingo, los hombres de Hizbulah identificaron a un grupo que se refugiaba en una casa en las afueras del sur del poblado.
Según lo divulgado, los combatientes atacaron a los efectivos con fuego directo, destruyendo la casa y causando víctimas en las filas israelíes.
El diario Al-Akhbar indicó que los bombardeos de artillería de Israel apuntaron a las afueras de la zona de Labbouneh y demolió casas en la zona oriental de Chamaa.
De acuerdo con el rotativo nacional, las fuerzas israelíes estacionadas en la zona de Chamaa destruyeron antes el minarete de la mezquita de la localidad.
Ayer, la Resistencia lanzó cerca de 400 misiles y ejecutó 19 operaciones dentro de los territorios libaneses y 34 en Israel hasta una profundidad de 150 kilómetros.
Los misiles de Hizbulah impactaron vehículos militares, bases, aviones y drones, así como sitios, cuarteles, ciudades, asentamientos y concentraciones israelíes.
En un discurso la semana pasada en el contexto de la visita del enviado estadounidense Amos Hochstein a Beirut, el secretario general de Hizbulah, Naim Qassem, reiteró que la Resistencia trabaja en dos vías: el terreno y las negociaciones, y aseguró la continuidad de las operaciones en el campo de batalla a la espera de una solución.
La autoridad máxima en Hizbulah refrendó la capacidad de la Resistencia para librar una guerra larga y «los resultados se basan en lo que sucede en el campo».
mem/yma