Mirta Roa, hija del reconocido narrador y poeta, expresó al diario La Nación/Nación Media el bien patrimonial que constituye la obra de quien es considerado el mayor exponente de las letras de su país, la cual se estudia en las escuelas y colegios como parte de los planes de estudio.
«Mi padre siempre aspiró llegar con su obra a niños y jóvenes”, y expresaba “su esperanza en un Paraguay luminoso donde los jóvenes puedan acceder a la lectura y la cultura, porque solamente la cultura es lo que levanta un país”, puntualizó.
La también directora de la fundación que lleva el nombre del escritor, dedicada a la recopilación y difusión de sus obras, al referirse al premio otorgado en 1999, reseñó que dejó un aspecto muy positivo para la nación, con un despertar de valores de una forma magnífica.
El presidente de la Academia Paraguaya de Lengua Española, Bernardo Neri, afirmó que Roa Bastos “marcó un antes y después para la literatura en Paraguay, orgullo para todos los escritores nacionales, pues es el más alto grado al que pudo haber llegado la literatura y cultura nacional en su vínculo con el mundo”, resaltó.
Este año se conmemoran, además, los 50 de la primera edición de “Yo el Supremo”, considerada la obra cumbre del escritor por el caudal del lenguaje y el juego con los tiempos, los personajes, con los vivos y los muertos, que deja a más de uno maravillado, concluyó la hija de Roa Bastos.
Con más de 20 títulos en su haber, entre los que se cuentan novelas, cuentos, teatro y poesía, su obra, está traducida a 25 idiomas.
Su condición de narrador bilingüe que se mueve entre el español y el guaraní es reflejo de su defensa de lo autóctono, sobre lo cual el propio Roa Bastos dijo que “es de este equilibrio entre la cultura hispana y guaraní de donde ha de surgir la literatura paraguaya del futuro».
Inaugurado en 1976, el Premio Cervantes de las Letras es considerado el lauro más importante de la literatura en lengua castellana y reconoce los aportes de la obra de un autor al patrimonio cultural universal.
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