En la velada, organizada por la embajada de la nación caribeña en el istmo, el jefe de la legación diplomática, Víctor Cairo, señaló que la fe inquebrantable en la victoria del estadista trascendió a su pueblo para enfrentar las más difíciles circunstancias con el apotegma señalado en acto de masas en la despedida por su partida física: «Todos somos Fidel”.
Cairo consideró que el pensamiento del Comandante en Jefe, abarcador, preclaro y ético se convierte en herramienta para interpretar la realidad y los actuales desafíos de la humanidad.
Entre varias de las ideas expresadas por Fidel, el diplomático citó temas como la paz y la del insistencia del dignatario en recurrir a la paciencia, sabiduría, esperanza, justicia social para adquirir toda la fuerza necesaria a fin de alcanzarla.
De otra parte, destacó los lazos de amistad y respeto que lo unieron al istmo, que visitó de manera temprana en 1948, pero sobre todo la relación especial con el General Omar Torrijos (1929-1981), un militar que apreció por su patriotismo y sentimiento de justicia social en foros como el Movimiento de Países No Alineados.
Además subrayó que a ambos pueblos los une una historia común de luchas contra la injusticia, como en el caso de Panamá en su bregar por la autodeterminación y la recuperación del Canal, por muchos años en manos de Estados Unidos.
A la ceremonia donde reflexionaron sobre la vigencia de quien es considerado uno de los grandes protagonistas de la historia y la política del siglo XX, asistieron los embajadores de Nicaragua, Consuelo Sandoval; y de Honduras, Candelario Reyes, así como el Encargado de Negocios de México, Santiago Cibrián; y la activista social Alma Montenegro, entre otras personalidades.
La cantata, en la que también participaron representantes de movimientos solidarios, organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos y cubanos residentes, interpretaron canciones y poemas alegóricos a la fecha, así como danzas típicas de originarios panameños.
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