Siria está con el respecto y la preservación de la soberanía e integridad territorial de Iraq, y rechaza las falsas acusaciones israelíes en su contra, dijo Alaa en su intervención citada por la prensa aquí, ante la reunión extraordinaria del Consejo de la Liga Árabe celebrada a nivel de delegados permanentes en El Cairo, la capital egipcia.
Aseguró que Damasco está consciente de que las amenazas sionistas de extender la agresión a los países de la región demuestran la persistencia del ocupante de continuar su guerra genocida contra Gaza y Cisjordania, y su bárbara agresión contra el Líbano y los territorios sirios, con el objetivo de llevar la región a una mayor escalada.
Las acusaciones y amenazas para agredir a Iraq forman parte de las campañas sistemáticas de desinformación promovidas por la entidad ocupante para justificar la escalada de sus ataques contra Siria y ampliar su agresión en la región, aseguró el diplomático.
Por otro lado, denunció las violaciones israelíes a lo largo d ela líbea de separación de fuerzas en el Golán y dijo que las tropas israelíes cavaron recientemente grandes trincheras a lo largo de la línea de alto el fuego en el norte y sur de la zona de separación en el Golán, además de arrasar tierras agrícolas y construir carreteras, con el objetivo de crear una nueva realidad en la región.
Siria informó a las Naciones Unidas de estas acciones israelíes que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad y el Acuerdo de Separación de 1974, y pidió que se adoptaran medidas inmediatas y firmes para detener la agresión israelí y poner fin a sus violaciones, aclaró.
Expresó el apoyo a las medidas incluidas en el proyecto de resolución presentado por Iraq, y su aspiración a una posición árabe que esté a la altura de las amenazas sionistas, especialmente en medio de la incapacidad del Consejo de Seguridad de asumir sus responsabilidades en el mantenimiento de la paz en la región y en el mundo, debido al veto estadounidense.
El primer ministro Mohammed Shia al-Sudani había rechazado la denuncia presentada por Israel al Consejo de Seguridad y consideró que tal acción representa un pretexto y una excusa para atacar a Iraq, y expandir la guerra en la región.
A su vez, la Cancillería iraquí envió mensajes oficiales al Consejo de Seguridad, al Secretario General de la ONU, la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica, en respuesta a las amenazas de Israel de atacar a la nación.
En sus mensajes, Bagdad enfatizó el compromiso con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y la estabilidad en su entorno regional e internacional.
Consideró que la denuncia de la entidad sionista al Consejo de Seguridad forma parte de una política sistemática para crear acusaciones y pretextos con el objetivo de ampliar el alcance del conflicto en la región.
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