Desde el Jardín de Rosas, en la Casa Blanca, Biden hizo una breve alocución en la cual, ante todo, reiteró su apoyo a Israel y ratificó a su fiel aliado en Medio Oriente el derecho a defenderse en caso de incumplimiento por parte de Líbano, la nación agredida.
El mandatario explicó que habló por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati.
«Según el acuerdo alcanzado hoy, que entrará en vigor a las 4 a.m. de mañana, hora local, los combates en la frontera entre Líbano e Israel terminarán. Terminarán. Esto está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades», añadió.
Biden dijo que, durante los próximos 60 días, Israel retirará gradualmente sus fuerzas y el ejército del Líbano se desplegará para tomar el control de su territorio.
Los civiles de ambos lados -como si fuese simplemente pasar la hoja- “podrán regresar de manera segura a sus comunidades y comenzar a reconstruir sus hogares o escuelas, sus granjas, sus negocios y sus propias vidas», agregó.
Sin embargo, más de un millón 200 mil personas fueron obligadas a abandonar sus hogares debido a la ofensiva de Israel, afirmó el primer ministro libanés.
Y según medios locales, pese al anuncio del cese el fuego, el ejército de Tel Aviv bombardeó la noche de este martes cruces fronterizos.
Los ataques de Israel contra Líbano provocaron el saldo trágico de tres mil 823 muertes y unos 15 mil 859 heridos, entre ellos niños, mujeres, socorristas, médicos y profesionales de la comunicación.
El acuerdo supone la retirada de las fuerzas de la llamada Línea Azul, que es la demarcación entre el Líbano e Israel establecida por las Naciones Unidas el 7 de junio de 2000.
En cuanto a Gaza, Biden dijo que los palestinos también «merecen el fin de los combates» en referencia a la guerra que libran Israel y el movimiento palestino Hamas desde el 7 de octubre del pasado año.
Biden no mencionó cifras de miles de víctimas fatales ni desaparecidos, solo se limitó a comentar que «demasiados civiles en Gaza han sufrido mucho” y culpó a Hamas de haberse “negado durante meses y meses a negociar un alto el fuego de buena fe y un acuerdo sobre los rehenes».
Cuando finalizó su discurso y se retiraba, un periodista le preguntó si lograría un alto el fuego en Gaza antes de dejar el cargo a lo que respondió: «Creo que sí. Espero que sí. Estoy rezando».
rc/dfm