Por medio de un comunicado, la entidad lamentó la muerte del voluntario Muhannad Jakish mientras otros de sus colegas resultaron heridos por la agresión contra los cruces de Al-Daboussieh y Al-Arida en las provincias de Homs y Tartous.
Indicó que las víctimas realizaban su deber humanitario de rescatar a los heridos en las primeras horas de este miércoles, 27 de noviembre.
La Media Luna Roja Árabe Siria condena la agresión, que causó también daños a varias ambulancias y al puesto de trabajo, y pide a todas las partes que respeten el derecho internacional humanitario, neutralicen a los trabajadores humanitarios y los protejan para garantizar la continuidad de los servicios que salvan vidas”, afirmó el comunicado.
Anunció que la organización decidió retirar sus equipos y voluntarios de los cruces fronterizos con el Líbano para garantizar su seguridad.
Violentos bombardeos israelíes apuntaron hoy contra las instalaciones e infraestructuras de tres cruces fronterizos sirios con El Líbano, lo que causó la muerte de al menos seis personas mientra 10 resultaron heridas.
Otras incursiones dejaron destruidos tres puentes en la franja fronteriza con Líbano.
Pocas horas antes, el ejército israelí realizó ataques aéreos contra objetivos en las localidades de Al-Aminiya y Khirbet Tin Nour en la provincia de Homs, a unos 200 kilómetros al norte de esta capital.
Asimismo, cinco puentes en la frontera entre Siria y Líbano fueron atacados y destruidos por cazas israelíes.
El sábado último, las autoridades sirias denunciaron que bombardeos israelíes ocasionaron grandes daños materiales en las instalaciones del cruce fronterizo de Joussieh entre Siria y Líbano, ubicado cerca del municipio de Qussair.
Tel Aviv intensificó sus acciones militares contra blancos en el territorio sirio, al sumar más de 140 ataques en casi 13 meses y que ocasionaron al menos 150 muertos y grandes daños materiales.
El más mortífero ataque fue el día 17 de este mes, cuando al menos 90 personas perdieron la vida por ataques aéreos israelíes contra la ciudad de Palmira en el desierto sirio, ubicada a unos 300 kilómetros al nordeste de esta capital.
El Gobierno sirio instó mediante repetidos comunicados a unir esfuerzos para detener los crímenes de guerra y el genocidio cometido por Israel contra los estados y pueblos de la región.
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