Durante una llamada telefónica con el presidente Joe Biden, el jefe del gobierno reclamó un compromiso de Israel de retirarse de todas las zonas y sitios que ocupa y cumplir plenamente la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Según reflejó la cuenta en X del gabinete libanés, Mikati dio la bienvenida al acuerdo que trazó una hoja de ruta para un alto al fuego como vía esencial para lograr la calma y la estabilidad en el país.
Al apreciar la contribución de Washington y París, el titular del Ejecutivo refrendó el compromiso del gobierno de implementar la disposición 1701, fortalecer la presencia del ejército en el sur y cooperar con la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas.
La máxima autoridad del Ejecutivo de Líbano hizo un llamado a los países del mundo y a las instituciones internacionales pertinentes para asumir sus responsabilidades en este sentido.
Mediante una declaración conjunta, Estados Unidos y Francia afirmaron su compromiso de trabajar con ambas partes en la «plena implementación» del acuerdo de alto al fuego, así como apoyar el «desarrollo de capacidades» del Ejército libanés.
Una fuente militar reveló al diario Al-Akhbar, que los convoyes del ejército libanés que llegaron al sur formarán parte del regimiento de comando, a desplegar a lo largo de la frontera.
El alto al fuego entrará en vigor a las 04:00, hora local, de mañana, anunció Biden, al tiempo que descartó la presencia de tropas estadounidenses en el sur de Líbano.
La propuesta estadounidense de un acuerdo de alto al fuego en Líbano fue aprobada por el gabinete de Seguridad de Israel, en una votación de 10 a 1.
En medio de este escenario, Israel bombardeó en la noche los cruces fronterizos desde el noroeste de Hermel hasta la gobernación de Akkar.
Hasta la fecha, la agresión israelí contra Líbano provocó la muerte de tres mil 823 ciudadanos y 15 mil 859 heridos, entre ellos niños, mujeres, socorristas, médicos y profesionales de la comunicación.
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