A través de su Misión Permanente ante las Naciones Unidas en Nueva York, el Ministerio de Relaciones Exteriores condenó el aumento de las agresiones israelíes contra soldados, centros y vehículos de las Fuerzas Armadas Libanesas en las últimas semanas.
De acuerdo con lo divulgado, las acciones hostiles israelíes en las aldeas de Mari y Sarafand, la carretera de Burj al-Muluk-Qalaa y el punto de control de Aamriyeh entre el 17 y el 24 de este mes provocaron la muerte de 10 militares y heridas a otras 35 personas, algunas de las cuales están en estado crítico.
En la denuncia, Líbano pidió a los Estados miembros del Consejo de Seguridad condenar los repetidos ataques israelíes contra el ejército, que constituyen una violación flagrante del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y la Resolución 1701.
La cancillería enfatizó que el Ejército es el pilar principal para implementar la disposición 1701 y garantizar la seguridad y la estabilidad sostenibles en el sur de Líbano, en estrecha cooperación con la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil).
En la queja, el Estado libanés destacó que atacar a las Fuerzas Armadas socava gravemente los esfuerzos internacionales del presente para alcanzar un alto al fuego y debilita la mediación en curso destinados a lograr la estabilidad en la región.
A su vez, el Ministerio señaló que tales agresiones representan un mensaje claro de Israel de su rechazo a cualquier iniciativa de solución y de su insistencia en la escalada militar en lugar de la diplomacia.
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