Durante el acto de homenaje, celebrado en la sede la misión diplomática de la isla, el embajador cubano Javier Caamaño evocó la vida del Comandante en Jefe, cuya obra no solo transformó la realidad del país antillano, sino que repercutió positivamente en varios pueblos de África y Latinoamérica.
“El pensamiento de Fidel ha sido asumido por muchas personas de bien que creen que un mundo mejor es posible. Él no falleció para los cubanos porque siempre nos acompaña en nuestro pensamiento y en nuestras actuaciones”, expresó.
Añadió que quienes sobreviven al líder tienen el reto de estar a su altura, de ser cada día mejores, de defender su legado y de velar que se mantenga viva su impronta.
También reconoció el trabajo que realiza en Colombia la Cátedra Fidel Castro, que además de ser un movimiento solidario con la isla, se dedica a estudiar su obra e ideario.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Cubanos residentes en Colombia, Pablo Guadarrama, reconoció el pensamiento del líder cuya agudeza, según manifestó, fue capaz de sintetizar las ideas antimperialistas, nacionalistas y patrióticas.
Ponderó asimismo su visión latinoamericanista y emancipadora, que fue un ejemplo y una inspiración para decenas de países.
Fue un visionario, dijo, al tiempo que aseguró que Cuba está eternamente orgullosa de haber contado con un dirigente de su calibre.
El miembro del Movimiento Colombiano de Solidaridad, Jorge Cáceres, señaló asimismo que Cuba, guiada por Fidel, le da un gran ejemplo al mundo al enfrentar a Estados Unidos.
Afirmó que las pretensiones imperiales de destruir el proyecto revolucionario han fracasado gracias al estoicismo de su pueblo.
Cáceres refirió que esa fortaleza constituye una luz que genera conciencia para que los pueblos busquen liberarse del oprobio y quieran construir una sociedad más justa y amorosa.
Aprovechó además para agradecer el acompañamiento que la isla da a su país para alcanzar la paz.
Los presentes al acto presenciaron además un video donde se repasa la participación del Comandante en Jefe en momentos trascendentales de la Revolución Cubana.
Asimismo, en un monolito similar al existente en el cementerio de Santa Ifigenia de la ciudad de Santiago de Cuba, donde reposan sus cenizas, los niños ofrendaron flores blancas a Fidel.
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